De taxista a premio nobel de química
Los taxistas pueden ser considerados salvadores porque sin importar la hora están para transportarnos , super héroes porque recorren kilómetros para llegar a su destino y también pueden ser ganadores de premios nobeles.
En MAT además de reconocer las historias de nuestros embajadores (Véase: MATLOVERS, historia de un embajador 10) nos encantan todos los relatos de gente “echada pa' delante” que ha estado detrás de un volante con el fin de llegar a cumplir su verdadero sueño.
Hoy hablamos de Frances Arnold, científica estadounidense que tuvo numerosos trabajos y dió muchas vueltas en la vida antes de volverse la famosa ganadora del premio nobel de química en el 2018.
Frances Arnold, nacida hace 64 años en Pittsburgh fue: pizzera, recepcionista, mesera en un club de jazz y también se dedicó a manejar taxi, transportando miles de usuarios en las calles de su ciudad natal.
Estudió Ingeniería Química en el instituto de Tecnología de California, en el 2018 recibió su premio nobel de química y se dedica a buscar alternativas con sustancias para reducir la contaminación del planeta.
Frances Arnold cría proteínas con evolución dirigida, provoca mutaciones en ellas y luego selecciona las más interesantes. Como resultado obtiene nuevas moléculas que solucionan los problemas químicos de la humanidad, como la fabricación de fármacos sin contaminación o la producción de energía renovable.
La nobel de química dice que le gustaría y espera que llegue el momento en que la evolución dirigida reemplace la química humana para poder dar respuesta a necesidades básicas como: objetos que utilizamos, nuestra ropa y los vehículos que circulan por las calles. Su mayor sueño es dejar todos los contaminantes y adoptar alternativas limpias.
Y en MAT nuestro mayor sueño es acompañar a miles de usuarios a descubrir su ciudad y conectarse con lo que más quieren.